6 Mandamiento
Respeto a la Madre Tierra
La tierra no puede entenderse sólo como un recurso natural. La verdad es que detrás de toda la crisis del cambio climático y de la crisis energética está la lucha entre dos maneras de entender el mundo: una que convierte a la tierra en mercancía y otra, la que defendemos nosotros, los pueblos indígenas del planeta, que nos dice que la tierra es el hogar de todos los seres vivos. La tierra es la vida misma.Respeto a la Madre Tierra
Hoy, nuestra Madre Tierra está enferma, enferma de capitalismo. Y como toda madre enferma, la Madre Tierra apenas puede dar cobijo y abrigo a sus hijos. Diferentes investigaciones nos demuestran que de las poco más de 40 mil especies de animales que existen en el planeta, más de 12 mil están en peligro de extinción. Un pájaro de cada ocho puede desaparecer para siempre. Un mamífero de cada cuatro está amenazado. Tres insectos de cada cuatro están en riesgo de desaparecer definitivamente.
Es increíble saber que estamos viviendo la crisis más grave de extinción de las especies vivas en la historia de la vida en el planeta Tierra. La tasa de extinción de las especies vivas es en la actualidad 100 veces más acelerada que en los tiempos en los que los seres humanos no poblábamos el planeta. Es increíble saber que hoy mismo existe tres veces más agua dulce en las represas que en los ríos del planeta.
No podemos seguir contaminando a nuestra Madre Tierra. En el centro del océano Pacífico, dicen los estudios, hay tres kilogramos de plástico por cada medio kilogramo de plancton, el alimento de los peces.
No podemos aceptar que el sistema capitalista reduzca a la tierra a ser una simple mercancía. La tierra y la biodiversidad no deben ser bienes que pueden ser vendidos y acaparados bajo las leyes del mercado.
Nosotros, los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia, vivimos hoy mismo, en carne propia, el peligro de la mercantilización de la tierra. Sabemos que la concentración de la tierra en pocas manos es la fuente de todas las injusticias sociales y de los más grandes atropellos contra la tierra misma.
Especular con la tierra, sobreexplotar la tierra y acumular tierra sólo puede llevar a un mayor desequilibrio social y ambiental.
La tierra tiene que ser manejada con criterios comunitarios, de complementariedad y respeto. Es la sociedad en su conjunto la que tiene que gestionar de manera responsable y armónica la tierra y todos los recursos que ella cobija.
El respeto a la Madre Tierra y su gestión comunitaria es esencial para curar el planeta y salvar la vida.
*Información extraida del Documento: "Los 10 mandamientos para salvar el planeta, la humanidad y la vida".