TIEMPO DE AGRADECER
Vive!... late en sus entrañas la vida y de ella misma brota… como todas las madres es generosa con sus hijos…siempre de brazos abiertos dando calor, luz, aire fresco….alimento…dando vida.
Es Agosto y sus vientos nos traen la alegría de ofrendar a la madre de todos…la Madre Tierra…nuestra Pachamama!
Hermosas ceremonias…legadas desde los tiempos ancestrales… llenan de colores y olores la tierra, agradeciendo por los bienes recibidos que brotan de sus entrañas y pidiendo sigan siendo propicios sus favores… k'oa, copal e incienso se sienten ya en las apachetas (cumbres) donde los Yatiris y Amautas preceden los ritos ancestrales que invocan a los dioses tutelares del mundo andino. Se agradece e invoca también a los Achachilas que moran en los nevados, a los ríos y los espíritus de los animales y plantas.
Acompañada de oraciones, avivada por alcohol de caña de azúcar, vino de betarraga y cerveza, se consume en una fogata la “mesa dulce”, ofrenda que contiene dulces en formas diferentes conocidos como alfeñiques, lanas de colores, cebo de llama, nuez, pan de plata y oro, hierbas aromáticas y un sullu (feto) de llama u oveja. En el color de las cenizas de la leña se podrá ver si la Pachamama aceptó la ofrenda.
Ch’allar y hacer ofrendas en reciprocidad a la Pachamama durante el mes de Agosto es un rito que sobrevivió a la colonización española; traspasó fronteras y en la actualidad se ha introducido en las creencias urbanas y políticas manteniendo viva la estrecha ligazón que hay entre el hombre y la tierra.
